- "Este no es un lugar para que te recuperes, Eric. Siempre será tu hogar. Yo y, en especial, Ivan, hemos sido muy felices teniéndote como compañía, a pesar de que seas un gruñón."
- ―Bogdana a Eric Frankenstein
La Casa de Bogdana fue una cabaña donde Bogdana e Ivan residieron en Pokolistán junto con Eric Frankenstein durante su recuperación.
Historia[]
Residencia de Eric Frankenstein[]
Bogdana vivía con su perro mascota Ivan en una casa rural. Una mañana de 1831, Bogdana e Ivan encontraron a una criatura inconsciente en la orilla del río. Bogdana olió al monstruo y notó señales de vida, así que le ordenó a Ivan que lo llevara a la cabaña. Por la noche, mientras dormía, Bogdana comenzó a curar las heridas de la bestia con ungüentos curativos, hasta que despertó agarrándose el brazo. Bogdana le dijo que se había quemado y que ella lo estaba curando. Con el tiempo, Eric Frankenstein comenzó a sanar con vendas y una muleta.
Una mañana, Frankenstein salió de la cabaña para ver a Bogdana recogiendo la cosecha, y ella se alegró de que su movilidad estuviera mejorando. Frankenstein entonces cogió una manzana del árbol para comer, descubriendo que Bogdana era ciego y, con ella, enseñándole que no necesitaba ser psíquico para encontrar la belleza. Un día, Frankenstein fue a cazar un pavo con una escopeta, acompañado de Ivan. Al regresar al granero con Bogdana, Frankenstein se sentó en un árbol y le agradeció por curarlo y darle un lugar donde recuperarse, pero Bogdana le dijo que estaba en casa, afirmando que ella e Ivan eran más felices desde que Frankenstein entró en sus vidas.
A pesar de ser amado por Bogdana e Ivan, Frankenstein quería regresar con su Novia, creyendo que su único propósito era estar juntos. Una noche, Frankenstein cerró la puerta de la cabaña y dejó a Iván afuera para hablar a solas con Bogdana sobre su partida, lo que la hizo llorar y rogarle que no lo hiciera. Bogdana intentó convencerlo de que se quedara, ya que la Novia no lo amaba, pero Frankenstein se negó a escucharla y la mató golpeándola en la cabeza con una olla de hierro. Al amanecer, Frankenstein salió de la cabaña y silbó para que Ivan lo acompañara, quien lo siguió al bosque.[1]